IMPERIO DE LOS INCAS

IMPERIO DE LOS INCAS

martes, 26 de junio de 2012

METODOS SEGUIDOS POR LOS INCAS EN SUS CONQUISTAS Y ARMAS DE GUERRA



Los incas ancharon sus dominios y constituyeron un vasto Imperio mediante su periodo militar.
En efecto, entre sus métodos para extender sus dominios aplicaron, con profusión, la persuasión y diplomacia: una especie de invitación al vasallaje. Solo cuando esta era rechazada, o en los casos en que naciones que ya habían sido integradas al Incanato ser rebelaban, descargaba su poderío e ira dando paso a sangrientas carnicerías. También en ciertos casos, después de haber asegurado la paz, solían, para escarmiento o por no haber domeñado con facilidad a los que les opusieron resistencia, proceder a ejecutar matanza en masa, tal como los Huarco.
Los incas tenían buenas maneras  de entrar en  muchas tierras sin guerras, en las cuales mandaban a la gente de guerra que con él iba, que no hiciesen daño ni injuria ninguna, ni robo.
En las comarcas conquistadas imponían su poder, engranando la producción en el sistema por ellos establecidos-aunque no necesariamente por ellos creados-del tributo personal y de productos …por ello, lejos de arruinar y saquear los territorios vencidos, lo trataban de habilitar en caso necesario, para que a la postre no resultaran un lastre. No era raro que al lado de los nuevos funcionarios consintieron que los antiguos jefes dominados siguieron en sus puestos; eso si, de considerarlo necesario, trasladaban parte de la población (mitmac) a regiones lejanas y a las sumillas con gente “incanizada”. Su poder, en las provincias vencidas, se materializaban en obras públicas y religiosas, que actuaban como cordones umbilicales para que con el gobierno centralista reemplazado en el Cusco; aparte obraban “Concientizar” a los súbditos acabados de incorporar, valiéndose especialmente de la imposición del idioma Ruma-Simi y de un paquete de creencias religiosas.
Un militarismo autentico se hace presente en el Incanato, puesto que ostenta un aparato bélico ciertamente organizado necesario para respaldar los empeños imperialistas de grandes proporciones…todo varón adulto o indio tributario era potencialmente un soldado. Era reclutado cuando era menester, mediante el sistema de la mita; las contiendas se llevaban acabo de preferencia en épocas en que los campos de cultivo requerían de poca actividad. Naturalmente debió existir un grupo de soldados permanentes, especialmente oficialidad, que provenían de la nobleza salvo algunas excepciones, y que recibían adiestramiento desde su juventud en los menesteres guerreros. Los jefes se colocaban en primera fila, pero la ciada de un comandante podía provocar el pánico entre la soldadesca. Las mujeres de los combatientes acompañaban a sus maridos en las campañas pero no en los combates.
Tanto por su organización y disciplina, las tropas incaicas eran poderosas, aparte de su número que iba en aumento a medida que crecía el imperio. Las armas eran, salvo de naciones anti y marginales, las misma que usaban los adversarios que poblaban los andes. Los soldados vestían como de común; la oficialidad el clásico unco o camisón sin mangas la huara que les cubría las entrepiernas, las ojotas o sandalias, y llevaban una especie de yelmo coronado con plumas y flechaduras adornando sus piernas.
El batallar tenía lugar sobre todo en campo abierto. Luego de tirar proyectiles mediante hondas soplar trompetas, hacer sonar otros instrumentos, e insultarse de boca, la lucha tenía lugar cuerpo a cuerpo.
Entre los implementos bélicos ofensivos destacaban las porras o rompecabezas estrelladas, de piedra o de metal, sujetas a un mango de madera; las lanzas con punta de madera o de metal; las hachas de combate, generalmente en forma de T para sujetarlas con firmeza o para engastarlas en un mango de madera; la macana o porra y la honda o huaraca.
Para la defensa personal portaba pequeños escudos, con flecos que reproducen en grande emblema principal del tocado de los Incas; se le colocaba en la cabeza  yelmos de madera o de mimbre.
De los retos anatómicos de los enemigos vencidos se confeccionaban instrumentos para la música bélica: con la piel se forraban tambores, y de los huesos largos se elaboraban quenas; del cráneo se solía beber en señal de triunfo y de los dientes se fabricaban collares.   

  
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario