IMPERIO DE LOS INCAS

IMPERIO DE LOS INCAS

martes, 26 de junio de 2012

INTRODUCCION




El Imperio de los Incas, fue desde el punto de vista político una monarquía absolutista y teocrática. El poder estaba centralizado en el Inca, a quien se le consideraba de origen divino. El derecho de gobernar se tenía por herencia. De esta manera el esquema de la organización política fue así.
El gran elemento de unificación fue la lengua, todos los pueblos conquistados tenían que aprender y practicar el quechua o Runa Simi por que era la lengua oficial del Tahuantinsuyo.
Para ello los Incas enviaban a profesores que enseñaban y vigilaban la práctica del quechua.
Otro elemento de unificación fue la religión. Obligatoriamente todos los pueblos rendían culto al dios Sol, sin que poder ello dejaran de adorar a sus propios dioses. La organización fue establecida de la siguiente manera:
  1.   El Auqui (príncipe heredero).
  2.   El Consejo Imperial.
  3.   El Apunchic (gobernador regional).
  4.   El Tucuy ricuy o ticui ricoj.
  5.   El Curaca.
   



MARCO TEORICO




El Tahuantinsuyo: organización política

EL TERRITORIO Y POBLACIÓN DEL INCARIO

El Incca estaba constituido por innumerables naciones con larga trayectoria histórico-cultural y con tradiciones lingüísticas particulares; patentes sobre todo a medida que los territorios anexados se hallaban más lejos del Cusco, o sea la capital.
Muchas de las naciones quedaban “enrumbadas” en cuatro direcciones, hacia las que partían sendos caminos. Estos cuatro rumbos que en conjunto conformaban el Incario, eran el Chinchaysuyo, el Continsuyo, el Antinsuyo y el Collasuyo; integraban el Tahuantinsuyo, nombre que se supone es sinónimo de Imperio de los Incas.






DIVISIÓN TERRITORIAL Y POBLACIONAL DEL TAHUANTINSUYO


Los cuatro suyo o “rumbos” o regiones integrantes del Tahuantinsuyo- con su eje en la capital imperial, Cusco incluían cada cual, grandes “provincias” o huamani cuyos límites coincidían, muchas veces, con fronteras étnico-políticas tradicionales, preincaicas, de confederaciones tribales anexadas al Incario. Los huamani tenían su capital provincial que por lo general, conservaba el nombre de “nacionalidad”, y que se le anteponían el vocablo hatun (grande).

Los huamani eran divididos, a su vez, en saya o “sectores”. Los sayas eran por lo general dos: Hanansaya o “sector de arriba”, y Hurinsaya o “sector de abajo”.
La saya, finalmente, comprendía un número variable de Ayllu, cuya extensión era variable  también.
El Ayllu eran “dueños” de un territorio determinado, que suele clasificarse marca, y dentro del cual cada varón adulto (purej), recibía un lote de terreno (topu), para su sustento y el de su familia; la extensión del topu variaba según la calidad de la tierra. Los lotes para el sustento de los pobladores del ayllu formaban un tercio de la totalidad de los terrenos cultivados; y los productos de los dos tercios restantes eran trabajados por sus miembros del ayllu y recaudados para el sustento de la nobleza-Estado y para el de la estructura religiosa, respectivamente.

La familia de los ayllu era agrupada siguiendo, en términos generales, un orden decimal, conforme se detallara mas adelante. 
Frente a los ayllu, como a los sayas y a los huamani se hallaban jefes,
En los ayllu encontramos al Curaca.
En la capital de los saya, que era sede de almacenes estatales, de templo  del sol de casa de aclla residía un gobernador de jerarquía, el tocricoc.
Al frente de los huamani o territorios mayores, y de los cuatro suyo, los apo y los suyuyoc-apu, respectivamente. Los últimos integraban un consejo imperial. Estos administradores del Incario conformaban un sistema vertical y centralizado de gobierno, frente al que se hallaba el Inca o Sapa Inca, cuya voluntad era absoluta. Veedores generales de Incario (“el que todo lo ve”), con amplios poderes, se desplazaban por doquier y aseguraban una marcha afectiva de la administración.
Las funciones de todos estos administrativos eran numerosas: “eran ellos los que establecían las estadísticas o facilitaban su establecimiento, comunicando a su superior jerárquico toda novedad acontecida en su grupo. Y eran ellos también los que repartían o entregaban los productos obtenidos, los que intervenían en la formación de la mita (tributo personal) y los que pedían lo que la comunidad no tenia y necesitaba. A efectos, su vigilancia era continua.



El inca rodeado de los altos                       
 funcionarios de la administración Incaica

METODOS SEGUIDOS POR LOS INCAS EN SUS CONQUISTAS Y ARMAS DE GUERRA



Los incas ancharon sus dominios y constituyeron un vasto Imperio mediante su periodo militar.
En efecto, entre sus métodos para extender sus dominios aplicaron, con profusión, la persuasión y diplomacia: una especie de invitación al vasallaje. Solo cuando esta era rechazada, o en los casos en que naciones que ya habían sido integradas al Incanato ser rebelaban, descargaba su poderío e ira dando paso a sangrientas carnicerías. También en ciertos casos, después de haber asegurado la paz, solían, para escarmiento o por no haber domeñado con facilidad a los que les opusieron resistencia, proceder a ejecutar matanza en masa, tal como los Huarco.
Los incas tenían buenas maneras  de entrar en  muchas tierras sin guerras, en las cuales mandaban a la gente de guerra que con él iba, que no hiciesen daño ni injuria ninguna, ni robo.
En las comarcas conquistadas imponían su poder, engranando la producción en el sistema por ellos establecidos-aunque no necesariamente por ellos creados-del tributo personal y de productos …por ello, lejos de arruinar y saquear los territorios vencidos, lo trataban de habilitar en caso necesario, para que a la postre no resultaran un lastre. No era raro que al lado de los nuevos funcionarios consintieron que los antiguos jefes dominados siguieron en sus puestos; eso si, de considerarlo necesario, trasladaban parte de la población (mitmac) a regiones lejanas y a las sumillas con gente “incanizada”. Su poder, en las provincias vencidas, se materializaban en obras públicas y religiosas, que actuaban como cordones umbilicales para que con el gobierno centralista reemplazado en el Cusco; aparte obraban “Concientizar” a los súbditos acabados de incorporar, valiéndose especialmente de la imposición del idioma Ruma-Simi y de un paquete de creencias religiosas.
Un militarismo autentico se hace presente en el Incanato, puesto que ostenta un aparato bélico ciertamente organizado necesario para respaldar los empeños imperialistas de grandes proporciones…todo varón adulto o indio tributario era potencialmente un soldado. Era reclutado cuando era menester, mediante el sistema de la mita; las contiendas se llevaban acabo de preferencia en épocas en que los campos de cultivo requerían de poca actividad. Naturalmente debió existir un grupo de soldados permanentes, especialmente oficialidad, que provenían de la nobleza salvo algunas excepciones, y que recibían adiestramiento desde su juventud en los menesteres guerreros. Los jefes se colocaban en primera fila, pero la ciada de un comandante podía provocar el pánico entre la soldadesca. Las mujeres de los combatientes acompañaban a sus maridos en las campañas pero no en los combates.
Tanto por su organización y disciplina, las tropas incaicas eran poderosas, aparte de su número que iba en aumento a medida que crecía el imperio. Las armas eran, salvo de naciones anti y marginales, las misma que usaban los adversarios que poblaban los andes. Los soldados vestían como de común; la oficialidad el clásico unco o camisón sin mangas la huara que les cubría las entrepiernas, las ojotas o sandalias, y llevaban una especie de yelmo coronado con plumas y flechaduras adornando sus piernas.
El batallar tenía lugar sobre todo en campo abierto. Luego de tirar proyectiles mediante hondas soplar trompetas, hacer sonar otros instrumentos, e insultarse de boca, la lucha tenía lugar cuerpo a cuerpo.
Entre los implementos bélicos ofensivos destacaban las porras o rompecabezas estrelladas, de piedra o de metal, sujetas a un mango de madera; las lanzas con punta de madera o de metal; las hachas de combate, generalmente en forma de T para sujetarlas con firmeza o para engastarlas en un mango de madera; la macana o porra y la honda o huaraca.
Para la defensa personal portaba pequeños escudos, con flecos que reproducen en grande emblema principal del tocado de los Incas; se le colocaba en la cabeza  yelmos de madera o de mimbre.
De los retos anatómicos de los enemigos vencidos se confeccionaban instrumentos para la música bélica: con la piel se forraban tambores, y de los huesos largos se elaboraban quenas; del cráneo se solía beber en señal de triunfo y de los dientes se fabricaban collares.   

  
    

LABOR COLONIZADORA



Los incas instituyeron una serie de medidas para acrecentar la productividad en las zonas pobres por ellos conquistados, y se preocuparon por la suerte de los pobladores en caso de calamidades. Aparte de la obra colonizadora propiamente dicha, de ganar campos para el cultivo, los incas se preocuparon de dotar de recursos económicos y de enseñanza de tecnología agraria o aquellas naciones que lo requerían, desde el momento mismo en que se les incorporaba al Incario.
Debe tenerse presente que la institución del mitmac no es la primera línea de colonización de nuevas tierras si no un recurso político por el que eran trasladados grupos humanos en forma masiva. El “seguro estatal” se extendía a los que ¡eran viejos demasiadamente, los que eran cojos, mancos, tullidos, o tuviesen otras enfermedades”.



EMPRESA UNIFICADORA



A fin de controlar, y también incidir una vez mas en la unificación de las naciones conquistadas, los incas emprendieron una efectiva labor. La meta debió ser sobre todo el mantener coeccionadas a las naciones que integraban el Incario, evitando rebeliones perturbadoras. Para alcanzar la “unificación” o más bien la tranquilidad política, y evitar el desmembramiento del Imperio por acciones libertarias (“rebeliones”), los incas se implantaron una serie de normas:

Ø  IMPOSICIÓN DE CULTO Y RITUAL EN TODO EL IMPERIO: los incas imponían en las provincias que conquistaban nuevos patrones religiosos, en los que la divinidad sol era elemento central. Para ello mandaban a construir en los lugares más importantes un templo dedicado al culto del sol, que era atendido por sacerdotes. Simultáneamente se levantaba el acllahuasi, o casa de mujeres escogidas; estas aclla provenían de la nobleza provinciana.

Ø  OFICIALIZACIÓN DEL RUNA-SIMI: la lengua de los incas eran difundidas por diferentes medios; para cargos públicos se preferían a quienes hablaron el quechua o runa-simi de los incas. las lenguas regionales no eran prohibidas pero estos hagua-simi o “idiomas extraños” fueron, paulatinamente, retrocediendo y sobrevivían aisladamente como es el caso de la lengua chimú.

Ø  NOMBRAMIENTOS DE FUNCIONARIOS INCAICOS: por lo general de los jerarcas regionales derrotados proseguían en sus cargos por gracia del Inca y aun muchos otros jefes subalternos. Pero también nuevos funcionarios eran nombrados, procedente de filas leales u originarias del Cusco: los cargos del que “todo lo ve”, y del Capac-apu.

Ø  AMPLIO SISTEMA DE FORMACIÓN Y ESTADÍSTICAS (QUIPU): consumada la conquista de una nueva provincia, los Incas procedían a ejecutar lo que hoy se llamaría una “investigación de la realidad imperante”, a fin de proveer necesidades y medir la potencialidad tributaria. El quipu era un registro de números, en nudos de molde , en el que se había de acotar datos estadísticos, especialmente a fin de controlar los tributos de productos y de servicio personal, tal como para tener un cabal juicio acerca del capital humano, de los topos del ganado, etc. Presente en las distintas comarcas.

Ø  CONCIENTIZACIÓN DE LOS JEFES VENCIDOS Y ESPECIALMENTE DE SUS HIJOS: los Incas usaban, con profusión de la diplomacia, era para atraer a sujeción sin necesidad de arma. La “concientización” obraba desde los requerimientos der paz antes de der anexada una nueva nación al Incario. Ya sometida, los jefes de la misma podían, por lo general, permanecer en sus cargos. Con todo se les prevenía quien adelante tenían que obedecer a los Incas, a la par que se les hacia dadivas: “y diciendo esto, dabánles algunas mujeres hermosas y piezas ricas de lana o de metal de oro”. A los hijos del curaca se les enviaba al Cusco para que aprendiesen las costumbres, lengua y religión de los Incas.

Ø  ERECCIÓN DE GUARNICIONES Y EDIFICIOS PÚBLICOS: los edificios religiosos aparte, apenas era anexada una nueva provincia se levantaba guarniciones, en lugares estratégicos, y edificios públicos tales como aposentos para el inca, posadas, silos y centros administrativos.

Ø  CONSTRUCCIÓN DE UN SISTEMA VIAL (CAMINOS, TAMBOS): Cápac Ñan era el nombre de los grandes caminos. Habían dos que, paralelamente, se extendía desde la frontera norte a la sur, por costa y sierra, respectivamente. Todos concluían en un eje: los cuatro grandes tramos que partían del Cusco estos trabajos de ingeniera incluían en sus tramos que aun se conservan, los famosos “puentes colgantes” y las oroya y huaro para cruzar los ríos, además de túneles y escalinatas labradas en la peña. Los caminos tenían función estatal: por ellos transitaban las tropas. De trecho en trecho habían tambo o lugares de descanso  y de aprovisionamiento, cuyo mantenimiento estaba a cargo de los comarcanos.



Ø  ORGANIZACIÓN DE UN RÁPIDO SERVICIO DE COMUNICACIONES MEDIANTE MENSAJEROS: los chasquis estaban apostados “cada media legua”, donde había puestos para estos corredores que prestaban guardia continua y cuya misión era transmitir registros “anudados” en quipu y otras señales, a gran velocidad, usando del sistema de estafeta. Este servicio de correo era privativo del Inca y del Estado, y permitía que los informes sobre lo que acontecía aun en lejanas provincias llegaran al Cusco rápidamente. No solo los mensajes habrían sido trasmitidos con toda celeridad: se afirma que el Inca se serbia de pescado fresco, en el Cusco, traído desde la Costa.

Ø  IMPOSICIÓN DEL SISTEMA MITMAC: se trata de una acción eminentemente política, de asegurar el dominio. Por otra parte, es necesario considerar que, uno de los grupos de mitmac (el adverso al Incario), recibía la orden de traslado en calidad de castigo, mientras que para que otra aquella orden era, por así decir, una “imposición de privilegio”, constituyéndose sus miembros en “funcionarios”. En compensación, los mitmac de ambas extracciones recibían, por un tiempo, concesiones que los liberaban de ciertos servicios.

NORMAS DE CONDUCTA Y DERECHO PENAL



Los pobladores del Tahuantinsuyo debían observar normas de conductas tanto en la esfera moral como en la de los preceptos gubernamentales o públicos. La inobservancia acarreaba penas severas. Pero no todas las normas de conducta, ni menos las penas, eran las mismas para los pobladores todos del Incario; las diferencias entre nobleza y pueblo manifestaban, también en el contexto del derecho.
Toda violación de una ley era considerada como particular desobediencia al Emperador. Cada infracción equivalía a un “sacrilegio”. Por lo mismo las infracciones eran castigadas con tanta severidad. Esto en lo que toca a delitos “lesa patria”: pero también los delitos comunes recibían castigos severos.
La potestad civil y la penal no eran ejercidas por jueces especiales, sino por mismos funcionarios: curaca, tocricoc, apo. Pero si había inspectores encargados de vigilar a esos funcionarios y, llegado el caso, someterlos al  juicio de una instancia superior. El propio Inca intervenía y juzgaba ciertos crimines y delitos, especialmente cuando los mismos habían sido cometidos por miembros de la alta nobleza. A las sentencias no había apelación, y las penas se aplican luego. Solo en algunos casos, por actitud paternalista, los gobernantes supremos perdonaban.
Cárceles no los había para el hombre común. Los miembros de la nobleza inculpados solían ser conducidos a una casa especial, donde eran vigilados mientras duraba la investigación. Las penas de los infractores pertenecientes a la nobleza eran menores; actuaba el “atenuante” de que “siendo el sufrimiento algo subjetivo, determinadas penas que podían parecer de poca monta al hombre común, al ser aplicadas a los nobles cobraban gravedad. Para un inca de sangre real (noble) era pena tan terrible como pudiera serlo la misma pena de muerte para el indio vulgar.
Los principales “preceptos” de la moral incaica:
  
·         No ser mentiroso.
·         No ser haragán.
·         No ser asesino.
·         No se libertino.

Estos preceptos regían para la generalidad de los pobladores, incluyendo a los gobernantes máximos, quienes en las postrimerías del Incario solían incurrir en contrario a las normas.

Las normas acerca de la esfera sexual eran distintas para el caso de los nobles, que habían institucionalizado para ellos la poligamia; al indio común le estaba vedado poseer más de una esposa.
La pereza era considerada la mas grave y por lo consiguiente la pena consistía en mas azotes. Le seguía el hurto, que si se perpetraba contra el patrimonio estatal o de la religión era penado de hecho con la muerte. 

Las penas eran ejecutadas de distinta manera. A los que habían cometido delitos estimados como muy graves se les echaba en la samca-huasi o prisión subterránea donde había fieras y animales ponzoñosos. En otros casos la pena capital era ejecutada a golpes de macana o maza; lugar especial de suplicio era el huinpillay. También se castigaba con la lapidación, en el caso de adulterio y así mismo colgando a los reos del cabello, desnudos, en el caso de estupro. El Hilmaya era un castigo usando entre los penados pertenecientes a la nobleza, y consistía en dejar caer, sobre el reo, desde una altura en algo superior a un metro, una piedra, produciendo esta pena en algunos la muerte, mientras que de ella “otras salían medio muertos”.

martes, 19 de junio de 2012

CONCLUSION



Los incas lograron conquistar pueblos y expandirse hasta lograr ser un imperio. Crearon un Estado que tuvo que afrontar problemas de control político; estos fueron la base para poder lograr su expansión. Para resolver los nuevos problemas, el inca organizó el estado de manera que todo estuviera dividido en forma precisa, para facilitar las tareas tendientes a lograr el estricto orden pretendido.
El inca se valió de los pueblos conquistados, tomando de estas técnicas y luego reorganizándolas: llamó a la comunidad "ayllu" y utilizó el trabajo organizado en unidad de parentesco, para establecerse él como el único con el cual se podían establecer relaciones comerciales.
Los incas estaban controlados por el consejo imperial, el curaca y tenían un respeto así el Auqui.
Los incas  implantaron una serie de normas donde tenían que ser  cumplidas  y de no ser así tenían un severo castigo.


 BIBLIOGRAFIA


Ø  Fernando Silva Santisteban. Historia del Perú.
Ø  Federico Kauffman Doig. Historia general de los Peruanos,
Ø  Edición Horacio. Lima. Rostworowski, María. Ensayo de Historia Andina.
Ø  Edición Amaura-Waldemar. Los Incas. Espinoza Soriano.